“Abandonada, olvidada y derruida, sus viejos muros de piedra aun conservan parte del orgullo de lo que un día fue y representó. Testigo mudo de otros tiempos, en su interior aún se conserva el espíritu de los sindicatos y las sociedades obreras que la albergaron. En su ensordecedor silencio, resuena el clamor de los gritos y cantos obreros. Oratorias y arengas. Aplausos y vivas. Se yergue altiva … desafiante y valiente, recordando la dignidad y la honradez de los hombres que la fundaron e hicieron posible y de su sacrificada lucha sin parangón por conseguir un mundo mas justo.”
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