viernes, 22 de enero de 2010

Memoria incómoda: el peculiar estado del bienestar nazi

El historiador alemán Götz Aly ha publicado un polémico y sugerente libro de historia que, en nuestro país, ha editado Crítica en el año 2006, y que lleva por título "La utopía nazi. Cómo Hitler compró a los alemanes". Sobre este libro y su autor, recomiendo el artículo que Xavier Casals publicó en la revista "Clío", número 44.

La tesis de este historiador, a grandes rasgos, es que Hitler compró a sus compatriotas con un bienestar no conocido hasta la fecha, después de la dura crisis que había sufrido el país. Dicho bienestar se basaba en el expolio, primero de los judíos alemanes, y luego del expolio generalizado que los nazis realizaron en todos los países ocupados, y no sólo de los judíos que fueron exterminados.

Aly no piensa que el nazismo fue una locura colectiva debido al magnetismo de Hitler. Los jerarcas nazis tuvieron muy presente el bienestar de los alemanes no judíos o contestarios al sistema. El nazismo estudió cómo atender a las necesidades de la población. De hecho, hasta el final de la guerra los impuestos a las clases humildes no existieron.

Al llegar al poder estudiaron qué había pasado en la I Guerra Mundial, y comprobaron como el nivel de vida de casi todos los alemanes había sufrido muchísimo durante los largos años de la contienda. Aprendida la lección, se pusieron en marcha. Encontraron unas finanzas muy débiles, y de hecho, en 1940, ya empezada la guerra, la situación financiera del Reich era de ruina. La solución: el expolio sistemático de los judíos y de las poblaciones ocupadas.

El nazismo mejoró la situación económica del pueblo alemán: ayudas a las familias numerosas, pago a la atención dental o la educación especial de los niños, subida de las pensiones en el año 1941, y se introdujo el seguro obligatorio de enfermedad. Los campesinos consiguieron mejoras en sus impuestos y en los precios de sus productos. Los alquileres se congelaron y los impuestos se concentraron en los indirectos sobre el consumo de tabaco, aguardiente o cerveza.

Para todas estas medidas se destinaron unos 27.000 millones de reichsmark, una ingente cantidad de dnero. Se buscaba fortalecer el ánimo de la población alemana, y su apoyo en la guerra. Se calcula que cada familia alemana recibía en ayudas el 72'8% de la renta media familiar en los últimos años de paz, el doble que las británicas o las americanas.

¿De dónde se sacó todo este dinero? Los alemanes ricos y las grandes empresas aportaron mucho pero no se les podía ahogar tampoco. Además, la guerra en sí era carísima. La solución venía, como estamos apuntando, de los países ocupados y de los judíos. Los alemanes arruinaron todas las monedas nacionales de los países conquistados, expoliaron sus reservas, robaron el patrimonio histórico y artístico, y los judíos fueron esquilmados para luego ser aniquilados. La rapiña se institucionalizó de modo oficial e institucional, así como la rapiña particular de los soldados alemanes que enviaban todo tipo de víveres, bienes y dinero que saqueaban, a sus familias en Alemania

Aly señala que: "sobre la base de una guerra depredadora y racial, el socialismo nacional (se refiere al nacionalsocialismo) apoyó una igualdad y promoción social unca antes conocidas en Alemania. Esto lo hizo a la vez popular y criminal. El opulento bienestar material y las ventajas indirectas del crimen a gran escala, que todos aceptaron con gusto sin que nadie se sintiera individualmente responsable, consolidaron la sensación que tenían los alemanes de la bondad de su régimen. Y recíprocamente, de ahí sacó su energía la política de exterminio, oriéntandose hacia el bienestar del pueblo".

No cabe duda de que la tesis es sugerente y polémica, y que puede tener mucho que ver con el mantenimiento del nazismo en el poder y en plena guerra. Esta tesis, como vemos, extiende las responsabilidades sobre el horror que causaron los nazis, y está escrita por un historiador alemán. Además, dicho historiador habla de la incomodidad que pueden sentir los alemanes sobre dicha época de su pasado, y sobre las peligrosas similitudes entre las prestaciones de aquel estado del bienestar, basado en los crímenes más abyectos nunca cometidos, y las prestaciones del estado del bienestar de la Alemania democrática.

Este libro y estas tesis no pueden dejar a nadie indiferente.

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