En el artículo que hemos citado de E. Miret Magdalena en la revista Historia 16 se dedica un apartado a la cuestión de la libertad religiosa en plena época del Concilio Vaticano II. Nos cuenta, como el ministro de Exteriores, Castiella, inició en ese momento, una campaña en favor de esa libertad porque consideraba que esa libertad mejoraría, sustancialmente, el papel exterior de España en Europa. Pues bien, Miret incluye una serie de declaraciones de obispos y teólogos, sumamente contrarios a dicha libertad. Como botón de muestra:
"El Concilio no podrá proclamar la libertad religiosa como una verdad y un bien, sino que habrá de condenarla o, a lo sumo, tolerarla como un error y un mal"
(En la Revista "Cristiandad", en marzo de 1965, del teólogo padre S. Guerrero S.J.)
Y encima tienen la desfachatez de decir que su religion significa libertad.
ResponderEliminarEl problema no es tanto la religión sino sus defensores.
ResponderEliminar