Tenemos que tener en cuenta que, en todas las teorías sobre el absolutismo, que hemos estudiado en los artículos anteriores, aunque distintas entre sí, tienen en común que el poder absoluto del monarca o del Estado era un poder legítimo, aunque dicha legitimidad se explicara de forma distinta, ya fuera porque la soberanía era indisoluble, ya por su procedencia divina, ya, por fin, en Hobbes por su necesidad ante la supuesta maldad intrínseca del ser humano.
Pero en el siglo XIX, en el proceso de Revolución Liberal, la legitimidad cambia, ya que la soberanía procedería de la nación, por lo que el absolutismo es considerado como una tiranía, y el ejercicio del poder absoluto como despotismo, al estar unidos todos los poderes en la figura del príncipe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario