En las elecciones de 1931 el partido perdió parte de su apoyo electoral. Con la presidencia de Georges Lansbury (1932-1935) la formación dio un giro a la izquierda pero esta defensa de posturas socialistas no impidió que se optara por colaborar con Churchill en un gobierno de coalición a partir de 1940, habida cuenta de la guerra. Es el momento de Attlee como presidente del Partido, uno de los que más tiempo ha ocupado esta responsabilidad, ya que accedió en 1935 y estuvo al frente hasta 1955. Attlee, Bevin y Morrison serán figuras clave en la toma de decisiones en el gobierno en la guerra.
Durante este convulso período el laborismo se estaba configurando como una clara alternativa a los conservadores. En otro artículo de este blog, donde estudiamos la historia del estado del bienestar, aludimos al Informe Beveridge. Este programa será el que adoptará el laborismo para ganar las elecciones inmediatamente después del fin de la guerra para asombro del mundo, ya que Churchill fue derrotado en 1945 de forma contundente. Los británicos comprendieron que Churchill era un hombre excepcional para la época de guerra por su capacidad de liderazgo pero la reconstrucción debían hacerla los laboristas. El nuevo gobierno puso en marcha un programa político muy ambicioso: nacionalizaciones y reformas sociales profundas. La gran aportación laborista a la sociedad británica fue la creación del Sistema Nacional de Salud.
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