lunes, 21 de diciembre de 2009

Bakunin. Segunda Parte

Bakunin exalta la libertad del individuo pero en relación con los demás, es decir, que un hombre solamente es libre cuando lo son los demás, todos los hombres. También defiende un profundo ateísmo, rechazano la institución eclesiástica, aunque considera que puede haber cultos pero sin preeminencia de ninguno, es decir, tendría que haber libertad religiosa, porque Bakunin consideraba que la religión era una cuestión de conciencia personal donde nadie debía inmiscuirse. Otra de las dimensiones del anarquismo de Bakunin es la pedagógica. Para que hubiera un cambio social real había que fomentar la educación popular. Esta idea tuvo mucha repercusión en el movimiento anarquista, ya que siempre se caracterizó por las experiencias educativas.
Bakunin defiende la eliminación del Estado porque es un instrumento de represión, la supresión de los ejércitos, que se convertirían en innecesarios una vez que desapareciese el Estado, y la tercera gran idea es la revolución campesina, que surgiría desde abajo, de manera espontánea, muy al contrario de lo que luego defenderá Lenin en relación con el papel del partido y la vanguardia como encauzadores de las revoluciones. Como vemos, Bakunin está rechazando todo tipo de autoridad, de poder.

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