martes, 8 de diciembre de 2009

Puntos octavo y noveno de Falange

8. El Estado Nacionalsindicalista permitirá toda iniciativa privada compatible con el interés colectivo, y aun protegerá y estimulará las beneficiosas.

Antes de definir lo que era el estado nacionalsindicalista, la Falange pretende armonizar una organización socioeconómica estatal con la iniciativa privada.

9. Concebimos a España en lo económico corno un gigantesco sindicato de productores. Organizaremos corporativamente a la sociedad española mediante un sistema de sindicatos verticales por ramas de la producción, al servicio de la integridad económica nacional.

El falangismo se basa en el fascismo italiano para establecer el estado corporativo. Se trata de organizar la producción, a través del sindicalismo vertical, frente a la existencia de sindicatos de clase. Esta idea se pondrá en práctica con el franquismo, aunque en el auge económico de la década de los sesenta fue un fracaso. Comisiones Obreras terminó por emplear los mecanismos electivos para hacerse con el poder sindical en los años setenta.
El corporativismo fascista pretendía ser una tercera vía entre el liberalismo económico y el socialismo. Por un lado, se permite la empresa e iniciativa privadas pero, por otro lado, el estado adquiere un protagonismo económico incompatible con la ortodoxia del liberalismo económico. Habría una especie de reelectura del sistema gremial medieval, idealizado como el sistema donde patronos y trabajadores estaban en paz. El corporativismo pretende acabar con la lucha de clases, haciendo al Estado árbitro supremo de los posibles conflictos y de las relaciones entre el capital y el trabajador. El fascismo italiano creó la "Carta del Lavoro" en el año 1927, y que organiza las profesiones en corporaciones verticales de patronos y obreros. El sindicalismo vertical falangista y franquista se basa en esta legislación.

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