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miércoles, 20 de marzo de 2013

Desigualdad legal entre el hombre y la mujer en el franquismo


nserto cuatro artículos del Código Civil de 1958 donde se puede comprobar la desigualdad legal entre el hombre y la mujer en el franquismo:
Artículo 57. El marido tiene que proteger a la mujer y ésta tiene que obedecer al marido.
Artículo 58. La mujer está obligada a seguir al marido donde éste fije su residencia.
Artíuclo 59. El marido es el administrador de los bienes de la sociedad conyugal.
Artìculo 60. El marido es el representante de su mujer
En el primer artículo comprobamos el distinto papel de los esposos en el matrimonio, desde un acusado paternalismo. El marido tiene como misión la protección del ser más desvalido en la concepción tradicional del sexo femenino. En contraprestación, la esposa debe obedecer. La mujer vendría a ser una especie de menor. Otra obligación de la esposa es seguir al marido donde éste decida que se fije la residencia común. Según esta disposición se podría perseguir legalmente a una mujer que se negara a convivir en el mismo hogar. Por supuesto, la mujer no tiene voz ni voto en esta toma de decisiones, al menos, según se dispone en el Código. La condición de menor de la mujer se reafirma en los dos últimos artículos: el marido administra los bienes del matrimonio y representa legalmente a la esposa.
Esta concepción del matrimonio está ya superada legalmente desde que este país se dotó de una democracia pero ha pesado en la mentalidad de parte de la sociedad española, otra de las herencias o rémoras de una mentalidad paternalista, machista y tradicional que nos legó el franquismo. No debemos olvidar que la legislación matrimonial cambió con la República en un esfuezo por modernizar las instituciones de la sociedad española en clave de igualdad entre los sexos, aunque luego fuera frenada de forma radical con el triunfo de Franco y de las concepciones tradicionales defendidas por la Iglesia Católica.

martes, 23 de octubre de 2012

Enseñando a señoritas y sirvientas. Formación femenina y clasismo en el franquismo


Enseñando a señoritas y sirvientas. Formación femenina y clasismo en el
franquismo
Matilde Peinado Rodríguez
El franquismo convirtió a la mujer en un ser inferior moral, intelectual y físicamente al varón, a la que este debía tutelar, vigilar y proteger. El nacional-catolicismo promovía la reclusión de la mujer en el hogar con el objetivo de “consolidar” la unidad familiar, pero detrás de esta doctrina, que alababa el ideal femenino de virtud y pureza para justificar lo que en realidad no era sino obediencia impuesta y obligada sumisión, se buscaba solventar la maltrecha situación de la España de posguerra. Impidiendo el acceso de las mujeres al mundo laboral, y encomendándoles la “loable” tarea de encargarse de la economía doméstica, el sistema se garantizaba un mejor aprovechamiento de los escasísimos recursos existentes.