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lunes, 17 de marzo de 2014

Detrás de las barricadas españolas

Detrás de las barricadas españolas es un libro que escribió el periodista y corresponsal de guerra John Langdon-Davies, y que ha sido ahora reeditado con prólogo de Preston.
El británico Langdon-Davies vino a España en mayo de 1936 para cubrir las celebraciones del Primero de Mayo en Madrid. En la guerra civil se destacó por su labor humanitaria para salvar niños. En este sentido fundó junto con Eric Muggeride "Plan Internacional" con esa misión. Además, Langdon fue un gran especialista conocedor de la cultura catalana
El libro es el testimonio de su experiencia en España.
Más datos en:

viernes, 4 de enero de 2013

La Alianza Obrera Revolucionaria


La propuesta de Orobón no fue un hecho aislado. Formaba parte de una actitud, minoritaria, en el anarcosindicalismo español que, durante los años siguientes, fue abriéndose paso hasta que se concretó en el acuerdo sobre la Alianza Obrera Revolucionaria, del congreso de la CNT de mayo de 1936.

El artículo completo en:
http://www.memorialibertaria.org/valladolid/spip.php?article267

lunes, 10 de septiembre de 2012

La Segunda Internacional


A finales de la década de los años ochenta siglo XIX comenzó a resurgir la idea de la necesidad de recuperar la Internacional porque, a pesar de las distintas vías nacionales que había emprendido el socialismo europeo, los problemas de los proletarios eran idénticos en todas partes. Además, cundió la tesis de que debían coordinarse y relacionarse los partidos obreros.
En 1889, en plenas celebraciones por el centenario de la Revolución Francesa y de la Exposición Universal, se funda la II Internacional en París. La nueva Internacional se constituyó como una organización flexible, para evitar la rigidez de la I Internacional. La organización internacional respetaría la autonomía de los distintos partidos. La cohesión se mantendría a través de los Congresos que, periódicamente, se organizarían. En 1896 se acordó que solamente podrían formar parte de la Internacional las organizaciones que aprobaran la participación en la legislación y actividad parlamentaria. Así pues, la nueva Internacional sería una confederación de partidos socialistas que aceptaban el sistema democrático. Los anarquistas quedaban excluidos.
El congreso fundacional de la II Internacional acordó que el primero de mayo de 1890 se convocara a los trabajadores para reivindicar la jornada laboral de ocho horas. El 1 de mayo se convirtió en una muestra de la fuerza y la solidaridad internacional de los obreros. Su celebración se ha convertido un símbolo adoptado en casi todos los países.
En los congresos de la Segunda Internacional se dieron intensos debates teóricos en torno al marxismo, generalmente, entre dos visiones, una ortodoxa y otra revisionista. Pero, además, se discutió mucho sobre cuestiones de estrategia política. Se planteó la cuestión de la participación de los partidos socialistas en posibles gobiernos de coalición con partidos republicanos de izquierda. Otro de los temas más debatidos tuvo que ver con la postura que debían adoptar los socialistas ante la huelga general. En 1904 se llegó a una postura de compromiso que, en el fondo, supuso la renuncia a este instrumento para terminar con el capitalismo. Pero, al año siguiente, se reabrió el debate cuando estalló la Revolución rusa de 1905, iniciada con una huelga general. Por fin, en 1906, fueron derrotadas las tesis revolucionarias en el seno de la Internacional y se desechó definitivamente el empleo de la huelga general.
En la Internacional se plantearon dos cuestiones internacionales que generaron intensas polémicas. En primer lugar, estaría la cuestión colonial, en pleno auge de los imperios coloniales europeos. Los sectores más a la izquierda eran radicalmente contrarios a cualquier posibilidad de que los socialistas apoyasen la expansión imperialista en sus respectivos estados, pero los más moderados plantearon matices al rechazo del colonialismo, ya que consideraban que podía ser beneficioso para otros pueblos y tenía evidentes beneficios económicos generales para las potencias colonizadoras.
Pero el gran debate fue el de la guerra porque afectó a la propia esencia del internacionalismo. En el Congreso de Stuttgart de 1907 se acordó que había que oponerse rotundamente a la guerra porque solamente beneficiaba los intereses del capitalismo. Se aprobó, además, que había que tomar medidas para organizar o articular esta oposición pero no se detallaron y eso provocó que se reabriera el tema de la conveniencia o no de la huelga general como uno de esos medios. La guerra siguió generando debates en los siguientes congresos. En el de Basilea de 1912 hubo unanimidad al defender la paz. Pero cuando la guerra estalló en el verano de 1914, los socialdemócratas alemanes votaron los créditos de guerra en su parlamento y el resto de partidos socialistas terminaron por alinearse con sus gobiernos respectivos en detrimento del internacionalismo. La Primera Guerra Mundial supuso una grave crisis para la Segunda Internacional. En 1921 nacería la III Internacional pero con un sentido muy distinto a las anteriores. A diferencia de la defensa de la autonomía de los partidos socialistas nacionales, la nueva Internacional postulaba una disciplina rígida y la subordinación al partido bolchevique.
En la II Internacional tuvieron un destacado papel las mujeres y la lucha por la emancipación femenina, a través del Secretariado Internacional de Mujeres Socialistas que, desde 1907, estuvo dirigido por la alemana Clara Zetkin. Desde 1911 el Secretariado promovió la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora el día 8 de marzo.

martes, 12 de julio de 2011

El movimiento estudiantil en Cataluña durante el franquismo. Segunda Parte

En abril de 1965 desaparece el SEU y en marzo del año siguiente en una asamblea estudiantil celebrada en el Convento de los Capuchinos de Sarrià, a la que asistirán unos quinientos delegados estudiantiles, una veintena de profesores y un grupo de intelectuales, se constituía el Sindicat Democràtic d’Estudiants de la Universitat de Barcelona. Este sindicato tendrá un protagonismo evidente en la vida universitaria catalana con una intensa actividad sindical y cultural, especialmente durante los cursos 1966-1967 y 1967-1968. Pero el sindicato terminará por desaparecer por varias causas: la fuerte represión policial y de las autoridades académicas; las escisiones en el seno del PSUC, el partido que había apoyado al sindicato; y la radicalización de un sector de los estudiantes como resultado de la influencia del Mayo francés. A partir del curso 1968-1969 el movimiento estudiantil catalán se encaminó hacia una evidente radicalización y, por otro lado, se fragmentó con la aparición de sectores violentos contra “la universidad burguesa”. En este clima se llegó a asaltar el rectorado en enero de 1969. A pesar de esta situación, se mantendrán las movilizaciones estudiantiles con objetivos políticos durante todo el tardofranquismo y la transición.

sábado, 8 de enero de 2011

Pere Bonet i Cuito

Pere Bonet nació en Lleida en 1901. Participó en la creación de la revista “Lucha Social” en el año 1919, dirigida por Joaquim Maurin. Esta publicación sería el órgano de expresión de la corriente marxista del sindicalismo de la CNT. En 1922 la revista será sustituida por “La Batalla”. Bonet i Cuito entrará en el BOC en el año 1931 y en su comité ejecutivo. Será, además, en 1935 uno de los fundadores del POUM. A raíz de los hechos de mayo de 1937 fue condenado al año siguiente a quince años de prisión pero fue liberado en enero de 1939. Consiguió marchar a Francia donde siguió en la lucha sindical. Murió en París en 1980.