Mostrando entradas con la etiqueta norte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta norte. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de octubre de 2013

El Informe Brusiloff

En el Archivo del Nacionalismo Vasco se encontró una verdadera sorpresa. Se trataba de un informe mecanoescrito titulado, Los republicanos en el Norte de España, donde se relataba lo sucedido en el frente norte de la guerra civil española entre julio de 1936 y octubre de 1937. Su autor era Constant Alexis Brusiloff, uno de los intérpretes de los asesores soviéticos que actuaron en dicha zona.
Pues bien, Mikel Aizpuru ha editado el texto con un trabajo de investigación, y que lleva por título, El informe Brusiloff. La Guerra Civil de 1936 en el Frente Norte vista por un traductor ruso.Más información en:

domingo, 18 de agosto de 2013

Cecilia G. de Guilarte

Cecilia G. de Guilarte fue la primera corresponsal de guerra del periodismo vasco. Nació en Tolosa en el año 1915 en una familia obrera. Cubrió la guerra civil en el Norte, en los frentes de Guipuzkoa, Bizkaia, Santander y Asturias, entre los años 1936 y 1937.
Guilarte se distinguió por su ideas anarquistas pero su trabajo no debe considerse dentro de los límites de la propaganda política, sino que tiene que verse como el fruto de una rigurosa periodista, al pie de la noticia, en los lugares donde estaban los soldados y milicianos, sufriendo las penalidades de la guerra en medio de la Batalla de Irún, en Bilbao, o en la ofensiva de Mola.
Nuestra protagonista se dedicó, además, a publicar folletines para entretener a los soldados, una práctica que le sirvió para cuando decidió escribir novelas en el exilio.
En el año 1939 marchó hacia México.
Para los interesados en la vida y obra de Cecilia G. de Guilarte existe una monografía con el título, Cecilia G. de Guilarte, reporter de la CNT, por Guillermo Tabernilla, y Juan Lezamiz, en Ediciones Beta, dentro de la colección de "Monografías de la Guerra Civil en Euzkadi".
Ver:
http://www.frentenorte.es/24330.html
http://www.edicionesbeta.com

lunes, 18 de marzo de 2013

El conflicto político en Estados Unidos después de la abolición de la esclavitud


Una vez abolida la esclavitud en los Estados Unidos la situación de la población negra no mejoró sustancialmente. Lincoln había creado la Oficina de Liberados, dedicada a integrar a los antiguos esclavos a la vida civil y estuvo trabajando, con desigual éxito durante unos diecisiete años pero, por otro lado, se tomaron medidas políticas que mermaban sus derechos. Así, el presidente Johnson permitió que los estados sureños promulgasen los conocidos como "códigos negros" o "black codes", que no reconocían derechos políticos a los que habían sido esclavos. Andrew Johnson era un político del Sur pero que había optado por respetar la Unión lo que le valió ser elegido vicepresidente en el año 1864. Al año siguiente sustituyó a Lincoln cuando fue asesinado. Fue muy tolerante, como vemos, con los sudistas. Su proyecto político iba más encaminado a la rápida integración de los estados del Sur a la Unión y no a favorecer los intereses del Partido Republicano ni a los de la igualdad racial. Una de las medidas más claras fue una amnistía general.
La desaparición de la esclavitud resultaba, curiosamente, favorable a los intereses de los estados sureños en la balanza del poder en el reparto del poder en el Congreso, al desaparecer la vieja regla de los tres quintos. Uno de los compromisos a los que habían llegado el Norte y el Sur en la Constitución de 1787 era el relacionado con los esclavos y la representación política. Se llegó a un acuerdo, después de intensos debates y la amenaza de los estados sureños de retirarse, que consistía en que para la distribución de los puestos, cinco esclavos tendrían el mismo valor que tres hombres libres. Ahora esta regla ya no valía porque no había esclavos, tuvieran derecho o no al voto.
Los republicanos del Norte veían peligrar su victoria con esta nueva proporción, con la alianza de los sudistas y de los demócratas del Norte, además de tener que tolerar a un presidente nada favorable a sus intereses. Ahora no se podía perder el poder en el Congreso.
En diciembre de 1865, cuando el Congreso volvió a reunirse, estalló la tormenta política. No se reconoció a los gobiernos creados por Johnson en el Sur, y la ciudadanía fue hecha extensiva a todos los negros en el año 1866, los códigos negros fueron declarados ilegales y se ampliaron los derechos de la Oficina de Libertos, aunque se decidió que el sur sólo podía calcular su representación contabilizando a los negros en el caso efectivo de que tuvieran el derecho al voto. Los vetos del presidente fueron derrotados. Pero el conflicto político continuó.

miércoles, 9 de enero de 2013

Liga Nacional Urbana (National Urban League)

La Liga Nacional Urbana fue un movimiento norteamericano que nació a principios del siglo X para luchar por la mejora de las condiciones de vida, sociales y económicas de los negros en los estados del norte de Estados Unidos. La Liga fue revitalizada en los años sesenta, en pleno auge del movimiento de los derechos civiles. En ese momento su programa incluía la defensa de la integración racial en la economía y en la sociedad, además de la necesidad de la reconciliación racial en el país. Consiguió recaudar millones de dólares y su intervención fue fundamental en los programas de la “Great Society”, en relación con la regeneración urbana. En los años setenta, el movimiento fue superado por otros de mayor calado político y más radicales, como el “Black Power”, así como por el giro conservador del gobierno federal en materia económica y racial.

sábado, 7 de julio de 2012

La unificación italiana


La situación de Italia


Después del Congreso de Viena Italia era realmente, una “expresión geográfica” dividida en multitud de estados:

a)Norte: Reino del Piamonte-Cerdeña (Casa de Saboya) y los dominios austriacos de la Lombardía (Milán) y Véneto (Venecia).

b)Centro: pequeños estados controlados por los austriacos –Parma, Módena, Toscana-, y los Estados Pontificios bajo la soberanía del Papa de Roma.

c)Sur: Reino de Nápoles o de las Dos Sicilias (Casa de Borbón).


La vía revolucionaria (1815-1849)

Tras la dominación napoleónica y la reorganización del mapa italiano como resultado de las resoluciones del Congreso de Viena surgió en algunos sectores intelectuales y políticos italianos el deseo de crear un estado único. Es el momento en el que surge el Risorgimento, un movimiento intelectual que sueña con la unidad de Italia, con ambiciones económicas, lideradas por los comerciantes e industriales piamonteses que desean un mercado mayor y único, y unos proyectos políticos diversos, ya que para algunos la unidad debía realizarse bajo la autoridad del Papa (Gioberti), otros bajo el rey del Piamonte (Cavour) y, finalmente, otros defenderían la república (Mazzini).

Las revoluciones de 1820, 1830 y 1848 fueron ensayos para poner en marcha la unidad pero fracasaron. En el 48 comenzó a calar en algunos sectores populares la idea nacionalista al enfrentarse al Imperio austriaco, enemigo común de liberales y nacionalistas. El doble fracaso del movimiento liberal y nacionalista en el norte por la intervención austriaca contra los levantamientos milanés y veneciano con el apoyo del Piamonte, y en el centro con la intervención francesa contra la república romana, obligó a replantearse la estrategia a seguir.


La vía de la guerra (1849-1870)

En este período clave para la unificación italiana destacará la figura de Camilo Benso , conde de Cavour, liberal moderado al frente del gobierno del Piamonte, que convierte a este estado en un régimen político liberal y al rey Víctor Manuel II en el candidato para liderar la lucha contra los austriacos. Cavour desarrolla una intensa actividad diplomática y consigue atraer a Napoleón III para que apoye su proyecto a cambio de recibir Saboya y Niza. El Piamonte y Francia entrarán en guerra contra el Imperio austríaco en 1859 y le arrebatan Lombardía (Milán), pero Napoleón decide retirarse y fuerza un pacto con Austria. Posteriormente, el Piamonte consigue hacerse con los estados de Parma, Módena y Toscana.

Mientras tanto, en el sur se están produciendo una serie de acontecimientos muy importantes. Garibaldi, un guerrillero republicano, héroe del 48, con un ejército de voluntarios, los “camisas rojas”, desembarca en Sicilia y Nápoles y derrota a los Borbones, con el apoyo de los campesinos sublevados. Garibaldi tenía un proyecto de unidad muy distinto al defendido desde el Piamonte. Defendía una república con alto contenido social pero, al final, cedió ante Víctor Manuel y Cavour, porque primó más en su ánimo el deseo de unidad. Así pues, cedió el poder al rey del Piamonte.

El nuevo reino situó su capital en Florencia y aprovechó otros conflictos internacionales para completar la unificación. En 1866, valiéndose de la derrota de Austria frente a Prusia ocupó Venecia; y en 1870, con la derrota de Francia frente a Prusia, ocupó Roma, donde se instaló definitivamente la capital de Italia.


El nuevo estado: los problemas

El nuevo estado italiano adoptó el sistema político liberal piamontés, una monarquía constitucional. Además, se unificó la administración. El sistema electoral era censitario y muy restringido hasta 1913. Los sucesivos gobiernos, generalmente, en una posición de centro liberal, se emplearon en políticas centralizadoras y de creación de una unidad real sobre la diversidad que suponía la larga historia dividida de los italianos.

Los principales problemas del nuevo estado y que se mantuvieron hasta la Primera Guerra Mundial fueron los siguientes:

a)La integración del sur atrasado. Frente a un norte desarrollado y que había tenido su propia revolución industrial, el sur italiano era agrícola y estaba muy atrasado y no se industrializó. En su seno nacieron sociedades secretas delictivas como la Camorra napolitana y la Mafia siciliana.

b)La integración de los católicos en el nuevo estado. Fue un problema importante porque el Papa no reconoció el estado italiano y se consideró un prisionero en Roma, una vez que los Estados Pontificios habían desaparecido.

c)El desarrollo de una política imperialista en África y que fracasó. Italia intentó incorporarse a la carrera colonial occidental pero sufrió serios reveses en Abisinia (Etiopía).

d)Las reivindicaciones territoriales insatisfechas en Europa. Italia reclamaba el Tirol meridional y Trieste, en manos austriacas, al considerar que eran territorios de habla italiana. Son los conocidos como territorios “irredentos” o no rescatados del poder extranjero.

e)El desarrollo de un potente movimiento obrero en dos grandes sectores: el anarquismo y el socialismo revolucionario, y que tenían en común su negativa a colaborar con las instituciones.

sábado, 18 de febrero de 2012

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Francisca Echeguren

Francisca Echeguren perteneció a la Federación Tabaquera y a la Agrupación Socialista de San Sebastián. Se destacó en la Revolución de Octubre de 1934. En la guerra civil estuvo refugiada en Valencia, siendo delegada general del Norte de la Federación Tabaquera. Se exilió en Montevideo y allí falleció en 1960.
Ver:

jueves, 25 de febrero de 2010

Partido Socialista Italiano. PSI. Primera Parte

Siguiendo nuestro particular recorrido por la historia de las principales formaciones políticas en el pasado siglo, y habiendo ya tratado al Partido Popular Italiano, además de los partidos franceses, le llega el turno a los socialistas italianos, al PSI.

El Partido Socialista Italiano fue fundado en 1892 por Turati. Su gran base electoral y de afiliación fue el norte industrializado de Italia. Ya en el siglo XX el Partido vivió en un intensísimo debate interno que provocó disensiones. Por un lado estarían los maximalistas que buscaban la revolución socialista y la confrontación con el estado, y los realistas, entre los que destaca el propio Turati, que pretendían luchar dentro del sistema.

En los años previos a la Gran Guerra, Turati pudo dirigir el partido dentro de la línea que defendía. Durante el conflicto, los socialistas apoyaron la neutralidad enfrentándose a la decisión final de apoyar a los aliados. Recordemos que este es el momento en el que un periodista y dirigente socialista llamado Mussolini termina por separarse del Partido para emprender su propio proyecto político fascista.

viernes, 12 de febrero de 2010

El racismo y la esclavitud en el Sur de los Estados Unidos

Para conocer las ideas sobre las que se sustentaba el racismo y la esclavitud en el Sur de los Estados Unidos en la época de la Guerra de Secesión, se incluye el texto de un sudista:

"Habíamos propuesto reanudar la trata de negros, pero no fue posible obtener la autorización del Congreso. Pensamos entonces anexionarnos a México y Centroamérica, para asegurar así una ruta neutral a la importación de esclavos. Si no podíamos hacerlo pacíficamente, lo habríamos hecho por la fuerza. Dios ha creado a los negros con el único fin de que corten la leña y acarreen el agua de los blancos. Nosotros, los sudistas, que constituimos uno de los pueblos más virtuosos, ilustrados y poderosos que existen hoy sobre la tierra, no habíamos sabido apreciarnos hasta ahora. Nunca podrá el Norte dominar al Sur. Si el amor a la patria no le impide persistir en su actitud, el amor al tabajo y al algodón lo rendirá. La esclavitud de los negros se halla justificada por la Biblia, las consideraciones humanitarias y la sana filosofía."

(El texto está sacado del manual de Historia Contemporánea de COU de Antonio Fernández, obra ya citada en este blog.).

El texto es interesante porque recoge una serie de ideas sobre la actitud y los valores de los sudistas en Estados Unidos:
1. Una llamada al orgullo del Sur, cuando se expresa que es uno de los pueblos más virtuosos de la Tierra pero que se había olvidado por los propios sudistas hasta ese momento. Ese orgullo se relaciona con la rotunda afirmación de que el Norte nunca podría dominar al Sur. El texto es una reafirmación de los supuestos valores sudistas en un momento clave, en el del enfrentamiento con el Norte.
2. Una voluntad imperial, cuando se habla de las posibles anexiones de otros territorios americanos.
3. La justificación de la esclavitud de los negros basada en aspectos religiosos o tradicionales, así como en un supuesto humanitarismo.