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viernes, 7 de septiembre de 2012

La Primera Internacional


A mediados del siglo XIX, la industrialización se estaba extendiendo con fuerza por toda Europa occidental y los Estados Unidos. Una de las consecuencias de este fenómeno fue el crecimiento de la clase obrera y del número de asociaciones, cooperativas, sociedades de socorros mutuos y sindicatos. En el seno del movimiento obrero creció la conciencia de que los problemas de los obreros eran los mismos en todas las naciones y que la acción esporádica debía ser sustituida por una actividad organizada, como proponía Marx. En Inglaterra se había demostrado la importancia de las grandes organizaciones, los Trade Unions pero, también de que las huelgas y acciones sindicales podían ser rotas por obreros venidos de otras partes de Europa. Si el fenómeno industrial era ya internacional, también debía serlo el movimiento obrero.
Tras numerosos contactos entre británicos y franceses, el 28 de septiembre de 1864 se convocó en el St. Martin’s Hall de Londres, un grupo de delegados de organizaciones obreras: trade-unionistas británicos, proudh¡onianos franceses, miembros de la Asociación de Trabajadores Alemanes, exiliados alemanes, polacos, húngaros, italianos, etc.. Reunidos en Asamblea acordaron fundar la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), conocida como la I Internacional.
La asamblea de delegados eligió un comité provisional donde estaba presente Marx. Entre ellos, había cartistas, sindicalistas, socialistas de distinta tendencias, seguidores de Proudhon y los que, muy pronto, con disgusto del propio Marx, iban a ser conocidos como marxistas.
Marx se convirtió en personaje clave de la Internacional cuando fue encargado de redactar un “Llamamiento inaugural de la Internacional”. En el texto destacan varias ideas:
-La Internacional no debía abolir las asociaciones nacionales, sino potenciar a escala mundial su actividad.
-La emancipación de la clase obrera sería obra de los propios trabajadores.
-No habría emancipación sin lucha por el poder político.
Estas ideas quedaron recogidas en el Preámbulo de los Estatutos organizativos de la Internacional.
La Internacional desempeñó un papel capital en el fortalecimiento de una conciencia de la clase obrera. De acuerdo con sus Estatutos, se crearon en los países europeos distintas federaciones nacionales que agrupaban a las secciones locales que se iban constituyendo.
La Internacional se implantó rápidamente en Francia, Bélgica, Suiza, Italia, Alemania y España. La AIT englobaba muchas tendencias y opiniones distintas sobre cómo dirigir el movimiento obrero. Había fuertes diferencias nacionales entre sus miembros y dirigentes y por la diversidad de la base social: obreros industriales, mineros, trabajadores de oficios tradicionales, jornaleros y hasta campesinos.
La heterogeneidad se reflejó en el plano ideológico. Los seguidores de Proudhon abogaban por una evolución pacífica y gradual y rechazaban la revolución, además de no ser partidarios de la participación obrera en la política, ni tampoco que el Estado interviniera en las cuestiones laborales. Por otro lado, los seguidores de Marx defendían la huelga como instrumento de lucha, la participación obrera en la política, la defensa de la lucha por una legislación laboral, especialmente para conseguir la jornada de ocho horas y el fin del trabajo infantil.
En una línea parecida a la de los proudhonianos franceses, Bakunin, que ingresó en 1868 en la Internacional, protagonizó un duro enfrentamiento con Marx en el Congreso de Basilea de 1869. La polémica giró en torno a la participación obrera en la política, rechaza frontalmente por Bakunin. Pero Marx consiguió que la mayoría del Congreso se declarara a favor de la organización de un partido obrero. El fracaso de la Comuna influyó en el de la AIT. Marx opinaba que el primer gobierno obrero había fallado por su falta de un programa político coherente y de una adecuada organización. En el Congreso de La Haya (1872) los anarquistas son expulsados de la AIT, aunque éstos convocaron otro congreso en Saint-Imier para rechazar los postulados marxistas.
Todas estas disputas y enfrentamientos internos son claves para entender el fracaso de la AIT, mucho más que por la persecución externa de los gobiernos europeos.

martes, 28 de agosto de 2012

Breve repaso al anarquismo


Introducción

El anarquismo es un movimiento que, al contrario del marxismo, no presenta una coherencia doctrinal, ya que, agrupa distintas concepciones, aunque, como regla general se trata de una corriente individualista y libertaria. Entre sus pensadores se pueden señalar a William Godwin, Max Stirner, Proudhon, Tolstoi, Eliseo Reclus, Kropotkin y, especialmente, Bakunin.

Bakunin

Mijail Bakunin (1814-1876) procedía de una familia aristocrática rusa. Abandonó su carrera militar y se instaló en Berlín para estudiar. La Revolución de 1848 le sorprendió en Praga donde fue detenido por las autoridades austriacas, siendo enviado a Rusia y desterrado a Siberia. Consiguió escaparse y vivió en varias ciudades europeas, instalándose en Suiza. Bakunin se destacó por su enfrentamiento con Marx en la I Internacional.

Bakunin defiende y exalta la libertad del individuo pero concebida socialmente. El hombre no podría ser verdaderamente libre sino lo eran el resto de seres humanos. Otra de las ideas fundamentales de Bakunin es su rechazo total a la Iglesia como institución aunque admite la pluralidad de cultos, ya que la religión es una cuestión de las conciencias individuales. La educación se contempla como un instrumento de cambio social; de hecho, entre los anarquistas siempre hubo destacados pedagogos, que defendieron un nuevo modelo de educación basado en las ideas libertarias, abriendo escuelas y editando libros. En relación con esto estaría, también, la preocupación que los activistas anarquistas dieron al desarrollo de la propaganda oral hacia los obreros, muchos de ellos analfabetos.

Bakunin perseguía la eliminación del Estado por considerarlo un instrumento represivo, la desaparición del ejército, innecesario una vez que el Estado desaparece; y la creencia en la revolución campesina, hecha desde abajo, por las masas, de forma espontánea, sin participación de partidos políticos de ningún tipo. Estos postulados se basan en el rechazo radical de Bakunin y del anarquismo, en general, hacia la política y cualquier tipo de autoridad. El anarquismo no consideraba a los obreros industriales como protagonistas exclusivos de la revolución. Hemos visto la importancia de los campesinos en el pensamiento de Bakunin, mientras que otros anarquistas valoraron también la importancia de otros sectores oprimidos, como los estudiantes y los jóvenes.

Una vez que triunfe la revolución, surgiría una sociedad sin Estado, sin poderes institucionales y se organizaría en torno a comunas autónomas, especie de pequeñas células organizadas en régimen de autogestión. Mediante el sufragio universal masculino y femenino se elegirían a quienes dirigirían las comunas. Éstas podrían federarse o separarse libremente de otras comunas, hasta constituir regiones o naciones, pero manteniendo siempre la capacidad de abandonar la federación en la que se habrían integrado. En las comunas la propiedad sería colectiva.

El ideal anarquista sería, en conclusión, el de una sociedad de hombres y mujeres absolutamente libres, que no obedecerían más que a su razón. Las comunas son la constatación del rechazo anarquista hacia las grandes concentraciones fabriles y de población, resultado de la Revolución Industrial, ya que, pensaban que en estas concentraciones era imposible el ejercicio constante de la soberanía, verdaderamente, popular.


Comparación entre el anarquismo y el marxismo

El anarquismo y el marxismo presentan grandes diferencias entre sí, como se puso de manifiesto en la I Internacional cuando se discutió la cuestión de la participación obrera en la política institucional. Frente a la lucha política mediante la organización de los trabajadores en partidos políticos del marxismo, los anarquistas abominan de todo tipo de organización política centralizada. Eran enemigos de emprender acciones políticas porque sus ataques no iban solamente contra el Estado burgués o capitalista, como defendía el marxismo, sino de cualquier forma de Estado y, por supuesto, contra la dictadura del proletariado. Los anarquistas no fundaron nunca partidos y sí sindicatos.

Si la revolución era el resultado de la lucha de clases y debía ser guiada por los partidos obreros, según el marxismo;los anarquistas hablan, como hemos visto, de una revolución o insurrección espontáneas. Otra de las grandes diferencias era el de los protagonistas de la revolución. Si el proletariado industrial era el sujeto revolucionario para el marxismo, los anarquistas se inclinaban hacia los campesinos y los sectores oprimidos, en general, de la sociedad.


Anarco-comunismo

El anarquismo de Bakunin puede ser definido como anarco-colectivismo, que suponía la colectivización de los instrumentos de trabajo, el capital y la tierra, pero no de los frutos. Pero, también, habría un anarco-comunismo, defendido por Kropotkin o Reclus, entre otros, que estipula la necesidad de colectivizar no sólo los instrumentos sino también los productos. El anarco-comunismo era más sensible a la economía industrial donde era imposible determinar la cantidad de trabajo de cada uno y, en consecuencia, la riqueza pertenecería a todos.

Sindicalismo y violencia

Los anarquistas, al renegar de los partidos políticos, actuaron preferentemente a través de la creación de sindicatos y la acción directa de los trabajadores contra los patronos a través de la huelga general. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, un sector del anarquismo eligió la vía del atentado terrorista contra los representantes del poder (reyes, políticos), pero hubo también hubo verdaderos apóstoles de la no violencia.

martes, 3 de enero de 2012

Los Hermanos Flores Magón y el Magonismo

Los hermanos Flores Magón –Ricardo, Enrique y Jesús- fueron unos destacados activistas anarquistas mexicanos. El más importante de todos ellos fue Ricardo, que con sus hermanos impulsó la publicación “La Regeneración”. Ricardo puede ser considerado el primer pensador anarquista de México, dando origen a una corriente, denominada magonismo. El magonismo era una tendencia anarquista agraria, que se inspiraba en las ideas de Bakunin y que tuvo como órgano de expresión la publicación citada. Proponía la desaparición de la propiedad privada de la tierra, que debía ser trabajada colectivamente al margen de toda organización estatal.

Ricardo Flores Magón no había iniciado sus preocupaciones en el anarquismo, ya que en 1906 había organizado el Partido Liberal, pero a la altura de 1910, en plena efervescencia revolucionaria, había evolucionado hacia el anarquismo agrarista o magonismo. En la revolución apoyó a Zapata, quien tomó de los magonistas el grito de “Tierra y Libertad”, aunque no la teoría sobre la tierra.

Ricardo terminó encarcelado en Estados Unidos, donde murió en 1922, después de haber hecho un llamamiento mundial a todos los anarquistas.

lunes, 2 de enero de 2012

FORU

El FORU o Federación Obrera Regional Uruguaya fue una organización sindical del país sudamericano, creada en 1905, en la misma línea de la FORA argentina, que hemos estudiado en el artículo anterior. Era anarquista y se inspiraba en el conjunto de ideas de Proudhon, Bakunin y en las del propio Marx. Tuvo una clara vinculación con los inmigrantes europeos y alcanzó su máximo apogeo en tiempos de la presidencia de José Batlle. Con el estallido de la Revolución Rusa vivió una época de radicalización pero en 1923 se produjeron escisiones, que terminaron por crear la USU o Unidad Sindical Uruguaya, con lo que el FORU perdió su hegemonía sindical.

viernes, 11 de febrero de 2011

Giuseppe Fanelli

Giuseppe Fanelli nació en Martinafranca, Salerno en 1826. Luchó contra los austriacos, se hizo garibaldino y terminó abrazando las ideas de Bakunin. Asistirá a los Congresos de la Liga de la Paz y la Libertad de Ginebra, en 1867 y Berna, 1868. Será uno de los fundadores de la Alianza de la Democracia Socialista en Ginebra. En octubre de 1868 llega a España, enviado por Bakunin, en viaje de propaganda de las ideas anarquistas dentro de los círculos obreros. Creará un núcleo de la AIT en Madrid con Anselmo Lorenzo, los hermanos Mora y González Morago. También creará otro grupo en Barcelona con Rafael Farga Pellicer, Sentiñón, García Viñas, Soriano, Pellicer y otros. Fanelli es un personaje clave en la difusión del anarquismo en España. En febrero de 1869 abandona España. Murió en 1877.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Archivo de Bakunin

Para completar su conocimiento recomiendo la visita a una página web donde ser recogen textos en castellano de Bakunin, así como de otros autores sobre el pensador y escritor ruso.

Este es el enlace:

http://miguelbakunin.wordpress.com/

lunes, 28 de diciembre de 2009

Anarco-Comunismo

El anarco-comunismo defendido por Kropotkin, Eliseo Reclus o Paul Brousse, entre otros, defiende que no sólo hay que colectivizar los instrumentos de trabajo, el capital y la tierra, como decía Bakunin, sino, también los productos. El argumento se basaría en que en una economía industrial era imposible determinar la parte de trabajo incorporada por cada trabajador. Así pues, la riqueza resultante pertenecería a todos. Como vemos, el anarco-comunismo está más vinculado a la economía industrial frente al mundo rural más defendido y querido por Bakunin.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Anarquismo en España. Primera Parte

El anaquismo se extendió en España a partir de la I Internacional. En esta difusión de las ideas anarquistas tendría un evidente protagonismo Giuseppe Fanelli, amigo de Bakunin. En el primer congreso obrero español, celebrado en Barcelona en 1870, se creó la Federación Regional Española de la AIT (Internacional), siendo mayoría los partidarios de las ideas de Bakunin. En el Congreso de Córdoba de 1872 se rechazaron las resoluciones aprobadas en el Congreso de La Haya, y se decide adherirse a la Internacional disidente anarquista que se constituyó en Saint-Imier.

Mientras tanto el fracaso del cantonalismo y la intervención de Pavía que terminar con la I República marcan el fracaso del intenacionalismo en España. La organización pacífica de los obreros de esa etapa se transforma en otro tipo y con otros métodos. Surgen grupos clandestinos y defensores de la revolución. Esta situación cambiará cuando en 1881 el gobierno liberal inicia una política de mayor tolerancia. Un sector de los anarquistas catalanes, partidarios de las acciones sindicales abiertas y no clandestinas, consiguen crear la Federación de Trabajadores de la Región Española. En el Congreso de 1882, y que se celebró en Sevilla, se comprueba el auge de dicha Federación porque ya cuenta con 50.000 afiliados, especialmente del mundo industrial catalán, y de las federación andaluzas, las dos zonas donde siempre el anarquismo español tuvo sus mayores fuerzas.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Kropotkin

El príncipe Pëtr Alekseevic Kropotkin (1842-1921) fue uno de los más destacados teóricos anarquistas, y tuvo una vida intensa e interesantísima. Era noble e ingresó, como era habitual en su clase, en el ejército ruso, en un regimiento de cosacos en Siberia, donde prestó servicio entre 1862 y 1866. El joven Kropoktin era muy inquieto y dedicó sus energías a estudiar Geografía, Zoología y Antropología. En 1872 se trasladó a Suiza donde ingresó en el grupo de Bakunin en la I Internacional. Cuando regresó a Rusia, dos años después, fue encarcelado pero consiguió huir para regresar al país alpino. Con Eliseo Reclus fundó el periódico "Le Révolté". Eso ocurría en 1878. Pero, también fue expulsado de Suiza, y tuvo que marchar a Francia donde fue encarcelado en 1882. Fue amnistiado dos años después y cruzó el Canal de la Mancha para residir en Londres. Se convirtió en uno de los grandes teóricos del anarco-comunismo. En 1917 regresó a Rusia y apoyó la Revolución de Febrero; en cambio, denunció la de Octubre protagonizada por los bolcheviques por considerar que más que una revolución había sido un golpe de estado.

Entre sus obras: Paroles d´un révolté (1885), La conquête du pain (1892), Fields, Factories and Wokshops (1898), así como una Historia de la Revolución Francesa, que en España ha editado Vergara en el año 2005. La obra original se publícó en francés en 1909.

martes, 22 de diciembre de 2009

La Religión para Bakunin

Del mismo libro citado en el artículo anterior inserto un párrafo sobre lo que piensa Bakunin sobre la religión:

"(La religión) ha trasladado a un cielo ficticio la humanidad, la justicia y la fraternidad, para dejar en la tierra el reino de la iniquidad y de la brutalidad. Ha bendecido a los bandidos felices. Y para hacerlos más felices áun, ha predicado la resignación y la obediencia entre sus innumerables víctimas: los pueblos. Y cuanto más sublime parecía el ideal que adoraba en el cielo, más horrible se volvía la realidad en la tierra"

No cabe duda que este párrafo condensa los principios básicos del anticlericalismo que se expande desde el siglo XIX:

1. La justicia es del otro mundo, donde imperan los grandes ideales.

2. En este mundo queda la injusticia.

3. No cabe más que la resignación en espera del otro mundo, un ideal sublime, que se adora frente a la terrible realidad.

El Estado para Bakunin

En este trabajo nos vamos a acercar al concepto de Estado en Bakunin:

"El Estado ha sido siempre el patrimonio de una clase privilegiada cualquiera: clase sacerdotal, clase nobiliaria, clase burguesa. Clase burocrática, en fín, cuando el Estado, habiéndose agotado todas las otras clases, cae o se eleva, como se quiera, a la condición de máquina. (...)
Siempre garantiza lo que encuentra. a unos, su riqueza; a otros, su pobreza. A unos, la libertad, basada en la propiedad; a otros, la esclavitud, consecuencia fatal de su miseria"


Bakunin pretende eliminar el Estado porque es un medio represivo. Esto no aparece en los párrafos entresacados pero sí el concepto de un Estado como máquina y como patrimonio de los que han dominado en la Historia.

(Este texto ha sido sacado del libro de Antonio Fernández, Historia del Mundo Contemporáneo. COU, Barcelona, Vicens-Vives, 1982, pág. 159)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Bakunin. Tercera Parte

La sociedad que surgiría de la revolución no tendría Estado ni institución alguna. La organización se basaría en comunas autónomas, con autogestión, y donde se elegirían por sufragio universal, incluyendo a las mujeres, a las personas que se encargarían de la organización de las mismas. Las comunas podrían federarse o separarse libremente de otras comunas.

La propiedad en las comunas sería colectiva, aboliéndose la privada y el derecho de herencia. El anarquismo de Bakunin es conocido, también, como anarco-colectivismo.

Esta sociedad anarquista se basaría, pues, en la unión de hombres libres obedeciendo a la razón. Es interesante destacar cómo esta defensa de las comunas es una reacción contra la tendencia creciente a la concentración de población resultante del triunfo de la Revolución Industrial.

Bakunin. Segunda Parte

Bakunin exalta la libertad del individuo pero en relación con los demás, es decir, que un hombre solamente es libre cuando lo son los demás, todos los hombres. También defiende un profundo ateísmo, rechazano la institución eclesiástica, aunque considera que puede haber cultos pero sin preeminencia de ninguno, es decir, tendría que haber libertad religiosa, porque Bakunin consideraba que la religión era una cuestión de conciencia personal donde nadie debía inmiscuirse. Otra de las dimensiones del anarquismo de Bakunin es la pedagógica. Para que hubiera un cambio social real había que fomentar la educación popular. Esta idea tuvo mucha repercusión en el movimiento anarquista, ya que siempre se caracterizó por las experiencias educativas.
Bakunin defiende la eliminación del Estado porque es un instrumento de represión, la supresión de los ejércitos, que se convertirían en innecesarios una vez que desapareciese el Estado, y la tercera gran idea es la revolución campesina, que surgiría desde abajo, de manera espontánea, muy al contrario de lo que luego defenderá Lenin en relación con el papel del partido y la vanguardia como encauzadores de las revoluciones. Como vemos, Bakunin está rechazando todo tipo de autoridad, de poder.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Bakunin. Primera Parte

Sin lugar a dudas, es Mijail Bakunin la figura más importante del anarquismo y en este artículo nos detendremos en su vida.

Nuestro protagonista era de origen noble. Abandonó la carrera militar y su país natal, Rusia, para marchar a Berlín, donde estudiará con Fichte y Hegel. Vive la explosión de la Revolución de 1848 en Praga. Es detenido por los austriacos (recordemos que Bohemia pertenecía al Imperio austriaco), y es devuelto a Rusia. Allí es desterrado a Siberia, pero huye y vive en Londres, Italia, Lyon y Ginebra. De todos son conocidas sus disputas vehementes con Marx en la I Internacional, estableciéndose el divorcio entre el anarquismo y el marxismo.

Anarquismo

El anarquismo no fue un movimiento con un corpus de ideas que formararn un corpus doctrinal como el marxismo. Hay defensores de la no violencia, mientras otros buscarían la acción terrorista, sin olvidar la vocación pedagógica de muchos anarquistas. En ocasiones, se ha llegado a encuadrar a muchos movimientos de contestación o rechazo total o revoluciones, a lo largo del siglo XIX y el XX, como anarquistas. Así pues, dentro del anarquismo podemos encontrar pensadores como Bakunin, Kropotkin, Max Stiner, Willian Godwin, el propio Proudhon, Reclus, y el escritor Tolstoi.

El anarquismo tiene un inconfudible sello sindicalista y un rechazo a la política, frente a otros sindicalismo como el socialista o el laborista británico. El anarquismo se enfrentó al socialismo en la I Internacional.