El Partido Radical Socialista fundado por Marcelino Domingo, y con figuras tan señeras como Clara Campoamor o Victoria Kent, es otra formación sumamente interesante en el mundo del centro izquierda de la República, de hombres y mujeres progresistas pero no revolucionarios, amantes de la legalidad, y que querían una España que avanzara y resolviera sus conflictos desde una persepctiva moderna pero sin violencias. El principal problema de este partido es su crecimiento meteórico, como de aluvión, con un programa no claramente definido, lo que provocarían no pocas escisiones.
El caso de Diego Martínez Barrios es distinto. Mientras Domingo militó con Lerroux como independiente y luego rompió con el muy pronto, Barrios sí perteneció al partido y fue ministro con su jefe en el Bienio en que gobernó el centro-derecha. Pero terminó rompiendo con Lerroux y fundó Unión Republicana en 1935, que terminaría por integrarse en el Frente Popular. Fue presidente de la República en el exilio
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