sábado, 6 de agosto de 2011

El PSOE durante el franquismo. Primera Parte

El PSOE vivió durante los años cuarenta una situación de enfrentamiento interno evidente. Esta división ya había surgido en la época de la República y de la guerra civil y se trasladó al exilio, especialmente hasta el año 1945. La esperanza de la victoria aliada permitió una cierta recomposición del partido. El principal beneficiario de esta recomposición fue Indalecio Prieto, que consiguió incorporar a sus filas a antiguos colaboradores de Largo Caballero y hasta de Besteiro. Indalecio Prieto insistió en la defensa del plebiscito como salida política en línea con lo que venía defendiendo desde la crisis final de la guerra civil. Consiguió un apoyo mayoritario dentro del partido aunque no de forma incondicional o total. De forma paralela, la influencia de Negrín declinó, aunque bien es cierto que nunca tuvo mucho poder en el seno de la organización socialista, frente a la que sí tenía las estructuras de la República en el exilio.


Frente a esta situación en el exilio, el PSOE del interior vivió una época de extremas dificultades. En Asturias se mantuvieron grupos guerrilleros hasta el año 1948. Por fin en el año 1944 se formó una ejecutiva nacional en el interior. La ejecutiva que se formó en Francia fue organizada por Rodolfo Llopis aunque nada pudo hacer frente a la personalidad arrolladora de Prieto, que es quien tenía los resortes de dicha ejecutiva. El PSOE en Francia llegó a contar en la segunda mitad de los años cuarenta con hasta ocho mil afiliados. Tanto esta ejecutiva “francesa” como la del interior defendieron posturas profundamente anticomunistas. Los socialistas optaron por una estrategia basada en la presión exterior para poner en marcha un proceso de transición hacia la democracia, primando más una postura posibilista que fundamentalmente republicana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario