lunes, 17 de junio de 2013

La concesión de títulos nobiliarios en el franquismo

Según la Ley de Sucesión de 1947 España se constituía en Reino aunque, como bien se sabe, sin rey en ese momento. Un decreto de 4 de junio de 1948 establecía que todas las referencias que en la legislación se hacían al rey y a la Monarquía se atribuían al jefe del Estado. Así pues, Franco decidió conceder títulos nobiliarios como habían venido haciendo desde tiempo inmemorial los monarcas. Estos títulos servían para premiar a personajes leales al franquismo: militares que se hubieran destacado en la guerra, civiles que hubieran realizado servicios a favor de la causa, o personajes fallecidos. También, concedió la Grandeza de España, el máximo honor para un noble en España.
Algunos de los títulos fueron los siguientes:

Duque de Primo de Rivera a José Antonio, a título póstumo.
Duque de Mola al general Emilio Mola, a título póstumo.
Duque de Calvo Sotelo a Calvo Sotelo, a título póstumo.
Conde del Alcázar de Toledo al general José Moscardó.
Marqués de Queipo de Llano al general Gonzalo Queipo de Llano.
Conde de Arruga al oftalmólogo Hermenigildo Arruga
Conde de Arteche al presidene del Banco de Bilbao, Julio Arteche.
Marqués de Varela de San Fernando al general Enrique Varela.
Marqués de Santa María de la Almudena, al nuncio de Su Santidad en España, cardenal Federicho Tedeschini.
Conde de Fenosa a Pedro Barrié de la Maza, presidente de Fenosa.
Marqués de Suances a Juan Antonio Suances.
Condesa del Castillo de la Mota a Pilar Primo de Rivera.
Marquesado de Ramón y Cajal, al Nobel Santiago Ramón y Cajal, a título póstumo.
Baronesa de Camporredondo a María Samaniego y Martínez-Fortún, suegra de José Antonio Girón, y que había perdido al marido y a tres hijos varones en Madrid durante la guerra, asesinados.
Duque de Cádiz con tratamiento de Alteza Real a Alfonso de Borbón y Dampierre, y a su esposa, la nieta de Franco, Carmen Martínez-Bordiú.

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