"La institución asistencial franquista conocida como Auxilio Social, ha sido estudiada hasta ahora desde la historiografía con cierto detalle. No obstante en esos antecedentes siempre se ha resaltado el marco en el que tuvo su origen, la Sección Femenina de Falange Española, concretamente de la que en el año de su fundación aparecía como su principal promotora, la que entonces era viuda de onésimo Redondo, y en menor medida la persona que la desplazó del primer plano en la institución y que pretendía asumir su protagonismo, Pilar Primo de Rivera.
Lo que hoy parece fuera de duda es que, el espíritu originario de asistencia “indiscriminada a los damnificados por la Guerra Civil” quedó desvirtuado seriamente a partir de la irrupción de los ideólogos franquistas que desembarcaron en lo que era presentado por el Régimen como su más apreciada joya en el ámbito asistencial y, por lo mismo, propagandístico. Y lo que es aún menos conocido es el papel hegemónico que desempeñó la Iglesia Católica en un campo de actuación que parecía diseñado para sus fines. Auxilio Social pasó, por tanto, de representar el decorado amable de “la sonrisa de Falange” a ser el campo, primero de batalla ideológica y, después el campo privilegiado en el que se pudo desarrollar con más exactitud el ideario del nacional–catolicismo. En un ambiente cerrado, sin miradas indiscretas y actuando sobre un colectivo desprotegido de niños, la Iglesia Católica pudo ejercer su faceta más auténtica como instrumento de poder."
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