jueves, 21 de marzo de 2013

Rizal


José Rizal y Alonso es el padre de la independencia filipina y su mártir principal. Rizal nació en la provincia de Laguna y lleno de inquietudes por aprender marchó a Manila para estudiar con los jesuitas. Era un niño casi prodigio, ya que hablaba media docena de dialectos filipinos además del castellano y ya escribía en prosa y en verso.
Rizal aprovechó el tiempo en la capital y como ya no podía aprender más en Filipinas decidió marchar a España para estudiar Medicina y Letras. Sus esfuerzos se vieron coronados por el éxito porque se licenció en la primera carrera y se doctoró en la segunda. Estamos en 1885. Pero Rizal era incansable y los horizontes peninsulares se le quedaron pequeños. Se decidió a viajar por el mundo, por diversos países de Europa, por Estados Unidos y hasta llegó a Hong-Kong.
Nuestro protagonista escribió dos novelas donde su ideario nacionalista salió a la luz. Eran las novelas Noli me tangere y El Filibusterismo.
En el año 1892 decidió terminar su periplo de aprendizaje y regresó a Filipinas para dedicarse a la causa que le costó la vida y por la que ha pasado a la Historia. Al principio, se dedicó a reclutar personas para fomentar la autonomía filipina aunque, todavía sin ánimo de ruptura. Pero las autoridades españolas no estaban interesadas en conceder dicha autonomía y actuaron, como en el caso cubano, con una gran ceguera y poca previsión de futuro. Rizal fue encarcelado porque, además, había concitado la inquina de los sectores más reaccionarios de la Iglesia por su anticlericalismo. Debemos recordar que en Filipinas las órdenes religiosas tuvieron un importante en su colonización y administración. Después de la cárcel fue desterrado a Mindanao durante unos cuatro años. Esta pena radicalizó los planteamientos de Rizal y se decidió por una clara ruptura con la metrópoli.
Rizal decidió actuar y se puso en marcha participando en sociedades secretas y en la elaboración de documentos, panfletos y manifiestos por la independencia y contra España. De nuevo, fue detenido y enviado a España. Se pensó en desterrarlo a Cuba para que trabajara como médico. Pero la justicia militar de Filipinas reclamó su presencia porque estaba acusado de sedición y conspiración. Rizal tuvo que volver y se encontró con un claro cambio de política colonial. El general Polavieja estaba decidido a reprimir con dureza cualquier intento independentista y terminar con la política conciliadora de su predecesor. Se puso en marcha la represión con muchos fusilamientos. No era el mejor momento para estar en Filipinas y tener las ideas de Rizal.
En el juicio no se demostró su pertenencia a ninguna conspiración pero eso no le salvó la vida. Fue fusilado el día 30 de diciembre de 1896. Desde ese momento, Rizal pasó a la Historia de Filipinas y se convirtió en su mártir principal, en la figura que movilizó a los filipinos para liberarse de España. No cabe duda que la decisión de las autoridades no sólo fue injusta sino también torpe.

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