El artículo en la sección de Cultura de la edición impresa del diario "El País" de 15 de abril, sobre la reedición aumentada de la obra clásica de Miguel Maura, Así cayó Alfonso XIII, por parte de su nieto el profesor e historiador Joaquín Romero Maura, que prologa el libro e incluye nuevos textos del político, hasta la llegada de Franco, es una noticia muy importante para los historiadores. La obra de Maura se publicó en el año 1962 en México, y no pudo ser editada por Ariel en España hasta 1966. En 1981 se pudo publicar sin censuras.
Miguel Maura es un personaje muy interesante en la época de la llegada de la República, como lo fue, indudablemente, y mucho más su padre, Antonio Maura en el reinado de Alfonso XIII. Miguel uno de los autores del famoso Pacto de San Sebastián que permitió la llegada de la República, después del fracaso de la Monarquía. Miguel Maura representa una tradición conservadora española profundamente democrática, legalista y defensora de las instituciones. Maura quiso que esa derecha participara activamente en la República, defendiendo sus posturas e ideas, intentando obtener el poder pero no para desvirtuar el sistema para crear otro nuevo, lo que le enfrentó a la CEDA y a Gil Robles, ni para usar el poder de forma fraudulenta como Lerroux.
Maura participó en el primer gobierno de la República y en la intensa etapa constitucional. Ferviente católico, pero no ultramontano, terminó por enfrentarse al anticlericalismo de la parte de izquierdas del gobierno, lo que hizo que dimitiera del gobierno, como también lo hizo Alcalá-Zamora, otro de los paladines conservadores demócratas de esta etapa crucial de nuestra historia. Maura intentó convencer en el gobierno sobre el arraigado catolicismo en España y que había que buscar alguna forma de entendimiento con la Iglesia.
Maura es una figura fundamental, un posible referente para la construcción de una tradición conservadora española legalista, demócrata, no reaccionaria, ni contraria a las libertades. Nuestra derecha sí tiene personajes donde poder construir esa memoria, más o menos liberales, más o menos demócratas, pero todos ellos alejados de posturas maximalistas, maniqueas, extremistas y rozando o entrando de lleno en el fascismo. Se puede proponer una línea que nacería con Cánovas, seguiría con Antonio Maura, su hijo y Alcalá-Zamora, con algunos otros personajes menos conocidos, y con otros de la crisis de la Restauración que, en aquel momento estaban en la izquierda del sistema, pero hoy serían centristas o conservadores liberales.
Esta nueva edición es una grata noticia. Tengo una edición anterior de este libro vívido, escrito por un protagonista de aquellos días, pero me haré con el nuevo. Me interesan mucho las opiniones de Maura posteriores a la llegada de la República, y el texto de su nieto.
Quizás, en un mensaje futuro, tendremos que detenernos en el patriarca de la familia, Antonio Maura, un personaje aún más importante, con grandes claros y algún otro oscuro en su gestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario