Moderación: acción o efecto de moderar o moderarse. Cordura, sensatez, templanza en las palabras o en las acciones. Eso es lo que dice nuestro Diccionario de la Real Academia. En el sistema político liberal decimonónico, era un término que se usaba en la parte conservadora del liberalismo. En el reinado de Isabel II era el partido que más gobernó frente a la versión progresista del liberalismo, o de la faceta democrática de éste último. Después, en política, se ha usado en el sentido literal del término, como nos cuenta la Academia y, por tanto, es aplicable a derecha o izquierda, ya líderes de cualquier signo político. A día de hoy, la moderación que fue patrimonio de todos los partidos democráticos en la Transición, dejando su carencia o falta para los extremistas de uno lado y de otro, ya no es patrimonio común. Se está alejando de uno de los pivotes del sistema democrático, es decir, del Partido Popular o, al menos, de una parte fundamental del mismo.
Conservadurismo: Dícese de la política de los conservadores. Actitud conservadora en política, ideología, etc.. Conservador: dícese de personas, partidos, gobiernos, etc, especialmente favorables a la continuidad de las formas de vida colectiva y adversas a los cambios bruscos o radicales. En el siglo XIX, el partido moderado se transformó en el conservador con Cánovas. Se trata de una de las opciones políticas básicas del sistema democrático, y hoy suele asociarse a las derechas, aunque en amalgama con el neoliberalismo económico y las democracias cristianas. El Partido Popular, en el ámbito nacional, tiene esa amalgama de tres componentes. En este caso, nos interesa más la del conservadurismo, es decir, el tender a no querer cambios en la estructura del estado, o en los matrimonios, etc.. Es razonable esta postura, y necesaria, siempre que sea, genuinamente democrática y no caiga en,
Reacción: tendencia tradicionalista en lo político opuesta a las innovaciones. En España, el franquismo era reaccionario. Esta tendencia reaparece en el Partido Popular, en sus políticas, pero, sobre todo, en sus críticas y en sus talantes, formas, maneras. Los reaccionarios, cuando son pocos, o estan fuera del juego parlamentario son sólo, relativamente, preocupantes, pero cuando se instalan en el discurso y las formas de un partido fundamental, el peligro se multiplica.
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