miércoles, 8 de septiembre de 2010

La creación de las democracias populares en Europa del Este. Tercera Parte

Los partidos comunistas en su acceso al control de los resortes del poder no dudarán en identificar a todos los opositores como fascistas o colaboracionistas con los nazis recién derrotados. Los partidos no comunistas, muy debilitados, y divididos en su propio seno, terminarán por rendirse sin casi presentar oposición seria, incapaces de coordinar una acción conjunta de resistencia.

Las Constituciones que se dotan estos estados conservarán la relación de derechos y libertades al estilo de los ordenamientos constitucionales occidentales, pero perdieron su valor desde el momento en el que se terminó con la pluralidad política, y en las elecciones solamente podía presentarse una lista única, y el voto dejó de ser secreto.

La Unión Soviética estableció dos modelos de relación con los estados europeos del Este. Uno se aplicó a los considerados como países aliados en la lucha que había tenido lugar en la guerra. Estos países fueron Polonia, Yugoslavia y Checoslovaquia. El segundo modelo se aplicó a los considerados enemigos en el pasado por haber estado cerca de los alemanes: Rumania, Hungría y Bulgaria. Sobre los primeros países se ejercerá una política económica de imposición de medidas nacionalizadoras de los medios de producción y bienes privadso. Los segundos, incluyendo la parte oriental de Alemania sufrieron un verdadero saqueo económico a través del pago de indemnizaciones, y la creación de compañías mixtas en beneficio de los interereses soviéticos. Se está implantando un nuevo modelo económico, y se está liquidando a las burguesías locales.

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