domingo, 21 de abril de 2013

La Albania comunista


En el año 1944 los comunistas albaneses, en torno al PTA, es decir, el Partido del Trabajo Albanés, y bajo el liderazgo de Enver Hoxha, tomaron el poder y reprimieron al resto de fuerzas, ya fuesen democráticas, nacionalistas o monárquicas.
Se implantó un régimen basado en la rígida planificación al estilo soviético, con colectivización del campo, el final de la propiedad privada y la industrialización forzosa. Dicho régimen era totalitario de partido único que monopolizaba todos los resortes del poder. Para mantener el orden se articuló una poderosa policía.
En política exterior se alineó, claramente, con la política estalinista frente a la autonomía de la vecina Yugoslavia. Se llegaron a cerrar las fronteras con este país. También rompió relaciones con Grecia, su otra vecina. Así pues, por tierra, Albania quedó aislada del mundo.
El giro en la política exterior llegó a principios de la década de los sesenta cuando se optó por acercarse a China en el conflicto que ésta venía manteniendo con la URSS. Moscú respondió rompiendo relaciones diplomáticas y Albania salió del CAME, el peculiar Mercado Común del Este. Esta situación y la invasión de Checoslovaquia provocaron que Tirana decidiera salirse del Pacto de Varsovia. Todos estos acontecimientos provocaron un mayor aislamiento de Albania. Quedaba China pero cuando ésta decidió entablar relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, Hoxha receló de este revisionismo. A la muerte de Mao, y ante los profundos cambios que se empezaban a dar en el gigante asiático, también se decidió romper relaciones. Era la dinámica del aislamiento. Hoxha quería velar por la pureza del comunismo, y así se constató en la Constitución de 1976.
Al comenzar la década de los ochenta, y ante el inevitable ocaso del líder, comenzaron importantes movimientos de los aspirantes al poder. Y estos movimientos provocaron ejecuciones de algunos altos cargos, como el general Beqir Balluku, ministro de Defensa, y hasta el presidente del gobierno, Mehmet Sehu. Si antes dominaba la dinámica del aislamiento, ahora se pondría en marcha una época de tramas violentas en el seno del poder.
En 1985 muere Hoxha. Le sustituyó Ramiz Alia, aunque la viuda del líder fallecido conservó poder a través del control de las organizaciones sindicales y juveniles del Partido. Pero los tiempos estaban cambiando en el Este y Albania, por muy aislada que permaneciese no podía mantenerse al margen. Arreciaron las protestas populares. Además, miles de albanases ocuparon embajadas, o se lanzaron al mar hacia Italia. La presión mundial era grande y el gobierno albanés decidió dar una amnistía general y convocar elecciones. El régimen aislacionista comunista comenzaba su final.

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