martes, 24 de noviembre de 2009

El Jefe en el fascismo

Por encima de todos y de las élites está el jefe, el líder, el hombre excepcional, un superhombre. Las naciones fuertes necesitan estos hombres fuertes. El resto debe obedecer sus decisiones sin titubeos. La obediencia debe ser ciega. El líder nunca se equivoca, siempre tiene razón. El duce, el führer, el caudillo, el conducator, etc se rodea de grandes escenografías en desfiles y actos multitudinarios de exaltación y de demostración de la unidad en torno a sus personas.

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