El principio político que promueve el nacionalismo es el de la autoderminación nacional. Cada nación ostenta el derecho a configuar su ordenación y existencia sin intervención alguna de los individuos, grupos o comunidades que no pertenezcan a ella. Este principio de autodeterminación es la conclusión evidente o lógica del principio de la soberanía nacional. Este principio de autodeterminación fue clave durante el siglo XIX en el desarrollo de los estados tradicionales. Ahora que estamos viviendo el bicentenario de 1808, la España decimonónica (y la derecha nacionalista española actual) haría una interpretación en clave nacionalista: el pueblo español se levanta contra la injerencia de un Estado foráneo, el francés, es decir, se trataría de la autodeterminación nacional de España.
Después de la I Guerra Mundial este principio de autodeterminación nacional se convertiría en el principal argumento de los nacionalismos sin Estado en su lucha por conseguirlo. Pensemos, por ejemplo, en el caso de Irlanda, así como los nacionalismos catalán y vasco.
Excelente explicacion gracias por el aporte
ResponderEliminargracias por el interés.
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